Más salada que el mar muerto

              PRÓLOGO 

Ser optimista... ¿O no darse cuenta de lo que en verdad sucede?... Para mi no es más que ver la vida con su similitud y sus cosas. 
Me he pasado mi juventud añorando algo que creí que socialmente esta bien. Pero me di cuenta que eso no es lo que quiero para mi.
Saben esa sensación cuando ves un video de paisajes hermosos como los de SUIZA, y con esa música de fondo que te inspira y te da cierta sensación de querer estar allí y de ansia.
Bueno, así quiero sentir yo la emoción de vivir cada día. Escribo esto para ti desde mi odisea. 

Y si,nuevamente acostada reposando mis frágiles pies de pollo una vez más.   Lo más gracioso de todo."Destacando mi sarcasmo", es que cuando más sentí reconstruir mi vida con los pasos que dicta la sociedad, (estudia,trabaja para tu vejez)... Ojo, que esto lo digo para quienes ven la vida con crudeza y no con disfraces. Cada quien es libre de seguir sus pasos. 
POR ESO MISMO.
Quiero decirte que desde la locura de mi vida cuando he sentido que voy bien, he tenido siempre una recaída.

PERO NO PASA NADA.
Saben si los años me han ido pasando con locura bajas y altas. 2020 para mi es el tope.
Visto de otra manera intento decir que, me he dado cuenta que no tengo que ser lo que otros quieren y a esto me refiero a la familia. No tengo porque ser la muñeca soñada de mi madre, o el criterio que le enseño mi abuelo a mi padre. 
Quiero elegir yo misma quien quiero ser. Y créanme que conocer lo que quiero me ha tomado exactamente hasta día de hoy 23 de septiembre del 2020, pues si lo que va de año. 

Me he dado cuenta que por más que le diga las personas algo que está mal y te vean a ti como el bichito raro. 
Pero no pasa nada, lo digo porque se que la única tradición que tal vez quiero seguir y a medias es casarme legalmente con mi pareja y hacer una familia. Porque quiero es explorar y conocer. Y hacer muchas cosas. Mantenerme ocupada sin importar esos criterios. Y aún me sigo pensando esas situaciones, pero sin adelantarme...

Julio.
El mes de julio para mi desde hace más de 5 años es algo extraño, como si la luna interfiriera en algo curioso sobre mi. Lo digo porque entre que salgo de vacaciones del colegio cuando pequeña y casualmente me dañaba el pie, pues ahora de grande la misma situación. JULIO pero más grave... "Fractura".
Bueno aunque parezca grave es raro, pero entre la cuarentena por el virus del año, supe encontrar mucho que hacer, conseguí reconstruir mi pasión por  las plantas, por seguir pintando y escribiendo y por aprender nuevas cosas.

Amor al no ocio.
Amor a lo amargo, en todo este tiempo he aprendido a valorar las cosas más pequeñas... ¿Saben porque el café en su máximo esplendor es mejor? Me refiero a molerlo y sentir ese aroma tan peculiar, tomarte el tiempo de prepararlo con tranquilidad y con una calma sentir el sabor amargo por tu paladar bajar poco a poco hasta tu estómago... Pues así con esa sensación de que me gusta lo amargo y lo paso como un buen trago de zumo, porque se que cuando me siente a disfrutar de un momento de tranquilidad encontraré la paz que siempre busque. 

Y lo veo como un enfoque hacia el café, por dar un ejemplo. Porque así como me siento en paz escuchando una música o la voz del corán, e incluso una meditación y se me escapa una lágrima. Es porque se que mi interior está buscando paz. 
Estos meses han sido una locura desde una pandemia  donde aprendí a que la tecnología no lo es todo, y que aunque algunos pensaron que se acercaron por ella yo lo vi, como el tiempo que necesitaba para mi misma y reencontrarme.
Y se que caerme y andar con una fractura no fue lo mejor, no quiero verlo como algo malo si no como tiempo, algo que a veces es contado. Y sentada en mi habitación capturando los momentos tiernos de mis fieles gatunos, viendo el crecimiento de mis plantas y ver pasar las horas del reloj, sintiendo el latido de mi corazón.  Creo que es un placer, porque aún con todo y lo salada que soy, como el mar muerto. Creo que más bien he encontrado vida en las desgracias, he encontrado pasión por disfrutar más las cosas, y porque el recuerdo no se quede en la memoria, si no en las ansias de querer recrearlo y siempre seguir haciéndolo mejor.

Se que puede ser algo de karma o darma como dicen, o que tan solo sea una mera mala suerte. Pero entre todo el que dirán, estoy yo para decir que quiero ser, quien seré, y que huella dejaré.
Mientras tanto sigo contando las horas por latidos. Y que mis lágrimas de dolor sean hoy un suspiro hacia el saber de que hoy estás mal y otro día te levantas.

Más que una vida es mi propia rueda de la fortuba y quiero seguir escribiendo a partir de ahora, sobre lo complejo que es la vida para mi pero lo sencilla que puede ser cuando te das cuenta de lo que en verdad importa.

Continuara...

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